🌊🌊🌊La película nos muestra un aula inicialmente liberal donde cada alumno se sienta en el lugar que quieren y visten según sus ideales y sus gustos. También podemos encontrarnos diferentes manifestaciones culturales e ideologías varias, desde anarquistas, punkies, niños ricos, hippies, góticos…; Todo esto se ve alterado por el movimiento de la “ola”, convirtiéndolo en un ambiente más unificado, donde los pupitres se encuentran todos alineados y orientados en la misma dirección de frente al profesor, el alumnado se debe levantar cuando el profesor entre en clase y cuando quieren expresar sus ideas.
La vestimenta se convierte en uniforme, marginando a todo aquel que no lo viste etiquetándolo de anarquistas y revolucionarios, llegando hasta tal punto de provocar peleas, revueltas, pintadas- vandalismo y prohibiendo el acceso al instituto y a otros lugares públicos a las personas que no son reconocidas como semejantes del movimiento, es decir, si no forman parte de su grupo; para ello, debes hacer su símbolo, llevar su vestimenta y comulgar con sus ideas.
También encontramos a la familia de Karo, cuya actitud principal es la de dejar que sean sus hijos los que marquen y exploren sus propios límites.
La familia de Marco, como ya dijimos anteriormente, está totalmente desestructurada, pues no se aprecia ningún tipo de figura paterna y la figura materna tiene problemas de alcoholismo y como consecuencia no recibe atención por parte de ella.
El contexto que rodea a Rainer Wenger, por lo que podemos observar posee un nivel adquisitivo medio, y su convivencia familiar es natural y apacible hasta en el momento en que su actitud comienza a cambiar, derivando en una relación negativa entre la pareja.
Rainer, el único apoyo que encuentra hacia el método que está llevando a cabo con su clase, viene dado de la mano de la directora de su instituto, que está muy contenta por la disciplina impartida.
Situación como intervención educativa que habría que modificar para mejorar el contexto.
Nos llama la atención los extremos a los que se llegó con el movimiento, pues nadie puso freno a esta situación cuando se estaba a tiempo.
El instituto debería haber llevado un control exhaustivo del experimento, pues la idea creemos que es buena, pero siempre y cuando, el alumnado fuera consciente del objetivo de aprendizaje experimental que se estaba llevando con ellos, para que no hiciera de ello una forma de vida y el profesor tuviera marcados previamente unos objetivos.
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